lunes, 30 de junio de 2014

Cadáveres, ¿exquisitos?


(RAE)

Modelo. (Del it. modello). 

1. m. Arquetipo o punto de referencia para imitarlo o reproducirlo. 

10. com. Persona de buena figura que en las tiendas de modas se pone los vestidos, trajes y otras prendas para que las vean los clientes.


Ayer terminaron los desfiles en París en los que se dieron a conocer las propuestas masculinas para la primavera/verano 2015. Las últimas marcas en presentar sus nuevas colecciones fueron Saint Laurent (cuyo director creativo es Hedi Slimane) y Lanvin (bajo la dirección de Lucas Ossendrijver). Si bien ambas se diferencian en estilo y paleta de colores, las dos coincidieron en contratar a los modelos más escuálidos del mundo.

Tal como se lee al comienzo del post, la palabra 'modelo' se refiere a un punto de referencia que es imitable, sobre todo porque se supone que cuenta con características ideales. Hasta aquí, la teoría suena bien. Pero la realidad demuestra lo contrario. Hace ya varios años que periodistas y personas idóneas advierten sobre el peligro de avalar la flacura extrema en las modelos que eligen las grandes marcas. El peligro es obvio y está latente: cada vez más adolescentes se enferman por intentar imitar un modelo de cuerpo que no es sano. Tampoco es estético, pero ese es otro tema.

Hasta aquí, nada nuevo. Lo que sí es nuevo es ver que los hombres que hoy son considerados 'imitables' son aquellos que tienen ojeras marcadas de tanto hambre, con los huesos de las rodillas expuestos, con pómulos de zombie, hombros minúsculos y caderas más estrechas que las de Twiggy. Me debo haber perdido de algo, porque cuando pienso en un modelo, pienso en David Gandy. O en Rob Evans. Y como flaco, flaquito, el español Jon Kortajarena, que si bien es menudito, algo de hombre tiene.

Hedi Slimane es famoso por haber sido el responsable de cambiar la silueta masculina a super hiper mega skinny en Dior Homme, estilo que ahora repite en Saint Laurent. ¿Un dato de color? Vogue asegura que fue Slimane quien convenció a Karl Lagerfeld a adelgazar los 40 kilos que no le permitían entrar en un pantalón Dior. Ni siquiera Lagerfeld se salva de la tiranía de los huesos.

Personalmente, me indigna tanto la flacura enfermiza de Karlie Kloss como la de estos muchachos Saint Laurent. También me indigna que las marcas y los medios especializados continúen perpetuando un ideal de belleza famélico y esquelético cuando con cada colección o nueva edición tienen la oportunidad de no hacerlo.

Cada quien define la belleza siguiendo sus propios parámetros, pero si de algo estoy segura es de que esto que nos muestran no es belleza. Principalmente porque no es saludable.

Tírenle un cacho de carne, a todos. ¡Todos!

Los cadáveres de Saint Laurent









Los cadáveres de Lanvin







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