viernes, 11 de julio de 2014

The times they are a-changin': una drag queen, una modelo de 56 años y otra embarazada vistieron Alta Costura

Decir que la moda refleja los cambios sociales es un lugar común que a pesar de tal, no deja de ser cierto. A veces, lo que sucede en las pasarelas significa algo más, aunque pase desapercibido para muchos. En la semana de la moda de Alta Costura que se llevó a cabo en París - ¿dónde más, si no? -, dos diseñadores invitaron a modelos 'atípicas' a desfilar en sus respectivas pasarelas. Estoy hablando de Karl Lagerfeld y Jean Paul Gaultier.

Gaultier fue el más osado, ya que no dudó en invitar a Conchita Wurst para que cerrara su desfile vestida de novia. Wurst es una drag queen que hace pocos meses saltó a la fama luego de ganar el concurso de canto de Eurovision. Es fácilmente identificable porque su apariencia es la de una mujer, pero mantiene la barba masculina. Hay que destacar que Wurst no fue tratada como la 'freak' del show, sino que Gaultier la honró con el vestido de novia y arrodillándose ante ella para besarla en la mano.

El gesto de Gaultier fue apoyado por muchos de sus fanáticos y también por el director Baz Luhrman, conocido por haber incluido a drag queens en la película Moulin Rouge and Romeo and Juliet. "Gaultier siempre habló de la sexualidad transgénero, por lo que es totalmente apropiado que haya elegido a la diva de las drag queens para cerrar su desfile", halagó Luhrman a Gaultier. ¿Estamos ante la posibilidad de que las personas transgénero formen parte del exclusivo mundo de la moda? Quizás, ojalá, el de Gaultier sea el primer paso.

El francés no sólo invitó a Wurst, sino también a Catherine Loewe, una modelo suiza de 56 espléndidos años que caminó la pasarela luciendo uno de sus diseños. En tiempos en que la juventud eterna a cualquier precio es un valor en alza, la exposición de mujeres adultas en el mundo de la moda es un acontecimiento para aplaudir. De esta manera, Gaultier se suma a la tendencia de incluir mujeres 'grandes' en su universo fashion, al igual que Marc Jacobs, que convocó a la actriz Jessica Lange para que protagonizara su campaña de productos de belleza. Si miramos en la escena local, la diseñadora Julia Schang-Viton eligió a una señora con la cara surcada por arrugas para que modelara su colección invernal.

Karl Lagerfeld nos tiene acostumbrados a la sorpresa. Las zapatillas deportivas como calzado ideal para acompañar sus diseños de Alta Costura de la colección anterior fueron recibidas con asombro, al igual que la escenografía que simulaba un supermercado de lujo. Y esta vez, tampoco defraudó. No sólo por la utilización de pequeños trozos de cemento en los bordados - recurso nunca antes visto - sino porque eligió a una modelo embarazada para cerrar su desfile. Obviamente, llevaba el vestido de novia. Es que los tiempos cambian y el que no se adapta, queda atrás. Hace dos décadas casarse embarazada era una vergüenza pero hoy, ya no escandaliza a nadie.

No es la primera vez que Lagerfeld representa acontecimientos sociales en la pasarela de Chanel. En 2013, el diseñador cerró su desfile de Alta Costura primavera-verano con dos novias tomadas de la mano. Ambas usaban el mismo vestido e iban acompañadas de un nene. Luego se supo que detrás de esta decisión estaba su total apoyo a la recientemente aprobada ley del Matrimonio Igualitario en Francia.  


Conchita Wurst en la pasarela de JPG




Catherine Loewe, de 56 años, en la pasarela de JPG


Karl Lagerfeld acompaña a su novia embarazada en el final del desfile de Chanel.


En 2013, Lagerfeld quiso que dos modelos cerraran el desfile de Alta Costura. Luego se supo que era una manera de apoyar la ley de Matrimonio Igualitario de Francia.








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