jueves, 30 de mayo de 2013

Las verdaderas víctimas de la moda

Acabo de llegar del Six O'clock Tea, un evento organizado para recaudar fondos para la Asociación Juanito. Saliendo de La Rural, comenzamos a charlar con Lorena Pérez de Bloc de Moda sobre las marcas nacionales que contratan talleres clandestinos. En mi post anterior nombré algunas, apenas diez, pero en el sitio de La Alameda, una organización que denuncia cualquier tipo de trabajo esclavo, hay más de cien. Son demasiadas. Imposible hacerse la ciega.

Corriendo el riesgo de sonar repetitiva - aunque también creo que es un rasgo de convicción - este post trata sobre el papel que los comunicadores de moda tomamos (o no) con respecto a la situación de trabajo ilegal.

Contaba que iba caminando con Lorena Pérez y charlando sobre este tema. Me cuenta que en Madrid, una artista hizo un happening en la vía pública para recordar a las 1114 víctimas del taller clandestino que se derrumbó en Bangladesh. Ni bien llego a casa, hace apenas diez minutos, me pongo a buscar en Google sobre esta noticia.

Leo en el Huffington Post que la artista madrileña Yolanda Domínguez invitó a varias actrices para que se acuesten bajo escombros frente a la entrada de las tiendas acusadas de contratar trabajo ilegal. Las actrices serían blogueras de moda sepultadas bajo los escombros y la finalidad es representar a los fallecidos en ese trágico 24 de abril en Bangladesh. La acción urbana se llamó Fashion Victims, y el objetivo de Domínguez es reflexionar sobre las verdaderas víctimas de la moda, que para ella son "los trabajadores esclavizados, la explotación infantil y los millones de perjudicados por la contaminación que producen las fábricas en los países de producción". Al final del post podrán ver el video de la puesta en escena de Domínguez.

La actitud de la artista es digna de destacar: siente que algo está mal, y a su manera, con sus herramientas, lo denuncia. ¿Qué podemos hacer, como comunicadores de moda, al respecto? Sabemos que el mercado es tirano y que la pauta publicitaria condiciona las publicaciones, pero la libertad de la que gozamos aquellos que tenemos espacios para opinar sin censura, debe ser utilizada para generar conciencia. Ese es mi objetivo en Quintaesencia: escribir lo que pienso sin miedos ni ataduras. Por elección propia, soy libre de decir y hacer lo que quiera, y la libertad siempre te da poder.

Comparto con ustedes la página de La Alameda, allí encontrarán información sobre las marcas de ropa que están acusadas de contratar trabajo esclavo.





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